Lagartijo, que tomó la alternativa en 1951, es el actual decano de los toreros cordobeses. Era sobrino de Manolete, con el que se crió y compartió vivienda; el monstruo quería apoderarlo tras su retirada, prevista para el año que resultó fatalmente ser el de su muerte.
Montilla tomó la alternativa de manos de Aparicio en 1962, un año antes que el Cordobés, de cuya alternativa, a su vez, fue testigo, con Bienvenida de padrino. Recuerdo que, de pequeño, lo veía frecuentemente como protagonista de una foto-postal en color, de las destinadas a los turistas extranjeros como recuerdo de España.
He aprovechado para tener un recuerdo fotográfico de ambos, junto a JC, buen aficionado.
Ambos toreros expusieron ayer en el Campus Universitario una charla sobre Manolete, con motivo de los 70 años de su alternativa. Fue una sesión interesante, la mejor de la semana.
En el coloquio hubo muchas preguntas (y respuestas). Voy a recordar dos.
Alguien preguntó sobre la nueva teoría de la causa de la muerte de Manolete, lo del plasma en mal estado.
Primero tomó la palabra Lagartijo y dijo que él estuvo en la enfermería y en el hospital todo el tiempo junto a su tío, desde la cogida hasta la muerte. Ello le autoriza para rechazar esa teoría y está seguro de que Manolete murió porque la cogida era muy fuerte y no hubo manera de parar la hemorragia; antes del plasma había tenido cuatro transfusiones y la sangre, tal como le entraba, le salía, atravesando el colchón hasta el suelo. Si pidió un cigarro no era porque se encontraba en condiciones normales sino por el vicio habitual (de siempre, por el que fumaba todos los días dos paquetes); sólo pudo dar dos caladas y además estuvo callado casi todo el tiempo. Cuando llegó el plasma la vida ya se le estaba yendo.
Luego Montilla reafirmó y agregó que lo intervinieron mal en la primera ocasión y hubo que operarlo una segunda, con prisas y sin anestesia; la herida era tan profunda que él piensa que algún vaso debió quedar todavía sin coser, de manera que la muerte se produjo claramente por desangramiento.
Otro asistente preguntó sobre el asunto de Lupe Sino en la enfermería.
Lagartijo no se anduvo por las ramas y dijo que en eso se han dicho mentiras. Álvaro Domecq salió de la habitación y le dijo: "Antoñita, espera aquí, que estamos muchos hombres, y si Manolete pide verte entonces pasas".
Montilla añadió que en todo el tiempo previo a la muerte Manolete no hablaba casi nada y la única mujer que nombró, una vez, fue su madre, sintiendo lo que iba a sufrir cuando se enterara de lo grave que estaba.
Yo también siento lo que van a sufrir los inventores de historias cuando se enteren de lo que han dicho estos dos protagonistas.
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