lunes, 22 de abril de 2019

Evolución del paro

Como vemos, los dos gobiernos del PSOE (Felipe Gonzáles y José Luis Rodríguez Zapatero) cogieron el país con una tasa de paro muy inferior a la que había cuando dejaron el Palacio de la Moncloa. Del mismo modo, José María Aznar y Mariano Rajoy hicieron lo contrario: el nivel de desempleo era mucho más bajo al terminar su mandato de lo que era al inicio.



De hecho, desde un punto de vista estadístico no político, las cifras podrían ser todavía peores para el PSOE y mejores para el PP. Cuando un presidente del Gobierno llega al poder su capacidad para cambiar el rumbo de la economía de su país es limitada. Incluso hay una cuestión de tiempos: entre la investidura, nombramiento de los ministros, aprobación del primer presupuesto, debate en el Congreso de sus primeras iniciativas legislativas… en todo ese proceso pasan unas semanas-meses. Ni el mejor presidente de Gobierno del mundo es capaz de detener un mercado laboral que se desploma ni el peor de hundir una economía que genera medio millón de empleos. En este sentido, cabría preguntarse si no sería más justo que los indicadores económicos de cada presidencia comenzaran tres-seis-nueve meses después del inicio del mandato (y, del mismo modo para los indicadores que marcan la salida del líder de turno). Así, por ejemplo, Mariano Rajoy comenzaría a ser responsable (si se puede usar este término) del paro a partir de la EPA del segundo trimestre de 2012 y su ejecutoria se mediría comparando esa cifra con la del tercer o cuarto trimestre de 2018 (en este artículo hablamos de paro, pero podríamos hacer la misma comparativa con el PIB o cualquier otro indicador).



Esto último (qué momento elegir para evaluar a cada Gobierno) es más discutible, aunque parece poco preciso empezar a contar el día 1 tras la investidura. En sus discursos, normalmente los políticos lo que hacen es alargar lo más posible el recurso a la herencia recibida cuando las cosas van mal (te puedes tirar dos años culpando de todo a los que estaban antes) y arrogándose cada nuevo empleo creado desde el primer día de su mandato cuando las cosas van bien (aunque todo el mundo sabe que eso es exagerado). También es cierto que esto sí que entra dentro del juego político normal de unas elecciones, esas pequeñas tretas y trucos que todos usan para quedar mejor ante el electorado.






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miércoles, 10 de abril de 2019

Carta visigoda en pizarra

Faustino le escribía así al señor Paulo: “Saludo a tu gravedad y te ruego, señor, que como es costumbre hacer, recojas tú mismo la aceituna. Trata de obligar a tus siervos mediante juramento para que no cometan fraude contra ti. Coge las copas, las varas de toza y séllalas con tu anillo y comprueba si las tejas están engastadas con la grapa, tal como las fijé…”.

En 1889 Vicente Paredes Guillén la donó a la Real Academia de Historia. La pizarra la habían encontrado en Barrado (Cáceres). Vuelve a casa 15 siglos después, no la auténtica, que sigue en la Academia, sino una réplica de resina resistente que ha encargado el Ayuntamiento para exponerla allí.

Esta pizarra de finales del siglo VI es única entre las varias decenas que se han hallado en España procedentes de aquellos tiempos. Su interés radica en que es una epístola para resolver asuntos cotidianos. “Refleja el estadio vivo de la lengua de entonces. Un testimonio directo de cómo se hablaba, cuando el latín se trocaba en castellano. Ya hay elementos que recuerdan al castellano antiguo, es un latín vivo pero evolucionando”, explica la catedrática de Filología Latina de la Universidad Complutense Isabel Velázquez Soriano.

Desde un punto de vista paleográfico documenta la evolución de la lengua, pero para el alcalde de Barrado significa algo más: “Es un trozo de historia, pequeños cimientos para saber qué fuimos y cómo hemos llegado a lo que somos ahora. Seguimos recogiendo la aceituna, felizmente ya sin siervos ni esclavos, pero sí hemos mantenido nuestros campos productivos. Seguramente en buena medida con algunos rudimentos que aquellas gentes nos enseñaron. Eso es riqueza cultural”, afirma el socialista Jaime Díaz.

Estas pizarras de la Hispania visigoda encierran otro misterio. ¿Por qué se han encontrado en su mayoría en la zona del oeste, Extremadura, Salamanca, Ávila? Faustino cogió aquella pizarra, que mide lo que la palma de una mano, y talló su carta por ambos lados, que proseguía así las instrucciones para la recolección: “Manda venir al tal Meriacio desde Tiliata para que te ayude [...] Y concluía: “Así Cristo te guarde”. Por el tratamiento que se le da al tal Paulo, la experta de la Complutense sabe que el hombre no era un cualquiera. Y afirma: “Es tentador pensar que Tiliata se refiere a Tejeda, un pueblo de al lado”.





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