domingo, 29 de noviembre de 2009

Rollos de Extremadura

Colgué hace un tiempo en la Wikipedia una serie de fotos originales sobre los rollos (o picotas) extremeños y no es cosa que falten en mi propio blog. Ahora las paso aquí y más adelante las seguiré ampliando. Sólo voy a ir poniendo fotos mías. Ello me llevará un tiempo pero me servirá para obligarme a ir a cada uno de los pueblos que aún conserven rollos. Es una manera como cualquier otra de marcarme rutas turísticas.

Oye, ¿rollos o picotas? Veamos, veamos. El rollo (del latino "rotulus") representaba la categoría administrativa del lugar, levantándose sólo en los villazgos.

Según Covarrubias, el rollo era "como la picota o horca hecha de piedra en forma redonda" pero, mientras el rollo y la picota se instalaban dentro de la población, la horca se situaba en las afueras. Sin embargo, según el Conde de Cedillo "rollo y picota existieron como instituciones independientes que obedecían a fines y funciones diferentes. La picota es más antigua que el rollo y considerada en su función penal antiquísima".

El Código alfonsino de las Siete Partidas, hablando de las clases de penas, dice que "la setena es cuando condenan a alguno y lo ponen por deshonra dél en la picota donde le desnudan faciendole estar al sol untado de miel porque lo coman las moscas alguna hora del día".

La sola presencia de la picota hacía andar derechos a los lugareños; el dicho antiguo "beba la picota de lo puro, que el tabernero medirá seguro" significaba "cuando la justicia anda derecha nadie se tuerce".

La picota, de origen prerromano, existía por toda Europa y, de España, pasó a América.

Por contra, el rollo es mucho más moderno y genuinamente castellano. Los rollos compartían con las picotas las funciones de ajusticiamientos; por eso, sólo existen en aquellos pueblos que tenían jurisdicción para juzgar y condenar a muerte. Servían además para las penas menores de los delincuentes comunes que, tras ser azotados, eran expuestos a pública vergüenza.

Para Gacto Fernández hay que distingir entre el rollo como símbolo de jurisdicción (real, señorial o municipal) y la picota como lugar o instrumento de ejecución de las penas corporales leves que llevaban la nota infamante de exposición a la vergüenza pública; la costumbre de usar para este fin la columna del rollo puede explicar el uso indistinto de unos términos que el uso popular terminaría convirtiendo en sinónimos.

Que las cabezas, manos y otros restos de los ajusticiados se engancharan en las escarpias del rollo, para mostrar mejor la eficacia de la jurisdicción que representaba, contribuyó a que ambos conceptos (rollo y picota) se identificaran.

Estos ajusticiamientos y castigos fueron abolidos por un decreto de las Cortes de Cádiz del 26 de mayo de 1813, que también pedía la destrucción de los rollos y picotas. Esa destrucción en muchos lugares fue sustituída por una traslación del monumento que, por sus cualidades artísticas, mereciera la conservación sólo a efectos de recuerdo y símbolo de la jurisdicción municipal.

La tipología de los rollos responde a las diversas variantes sobre unos mismos elementos básicos:
-un basamento de planta cuadrada o circular, con varias (tres o cuatro) gradas (o asentamiento directamente en el suelo)
-una columna cilíndrica o poliédrica, por lo general de piedra lisa o acanalada
-coronación con un capitel
-uno o varios salientes a manera de brazos, cuyos extremos a veces están tallados con rostros grotescos o cabezas de animales
-terminación en pináculo, en formas redondeadas o en un templete o jaulilla que servía para exponer los despojos de los ajusticiados
-eventuales complementos metálicos (remaches, ganchos, argollas o abrazaderas)
-personalización con escudos y adornos alusivos a la administración de la justicia penal.

Bernaldo de Quirós establece tres tipos de rollos: originario, evolutivo e involutivo.

Esta división es corregida por el Conde de Cedillo, según el cual los tipos de rollos son: gótico, de transición , de pleno Renacimiento y de la decadencia.


PROVINCIA DE BADAJOZ

Cabeza la Vaca

Es del siglo XVI.



El fuste cilíndrico de granito se asienta sobre tres gradas y tiene un remate bulboso rematado por una cruz, del que salen cuatro brazos.

Fregenal de la Sierra

Del rollo sólo quedan tres piedras labradas en tambor y estriadas, escasas pero suficientes para hacernos una idea de cómo era el cuerpo principal del rollo.



Tras rodar ignoradas mucho tiempo, las tres piedras fueron colocadas en una esquina del edificio del ayuntamiento con motivo de una restauración de éste.

Mérida

Se encuentra junto al Puente Romano, a la orilla izquierda del río Guadiana.





PROVINCIA DE CÁCERES

Se han contabilizado 41 rollos-picotas en la provincia de Cáceres pero debieron haber existido en torno a los sesenta, de entre los doscientos que actualmente quedan en España.

Almaraz



Arroyo de la Luz

Es el hito de mis viajes.

El de Arroyo de la Luz es un elegante rollo de piedra berroqueña y está junto a la carretera Cáceres-Alcántara. En su tiempo debió estar en la plaza pero en un determinado momento se sacó fuera de la población, aunque hoy ha vuelto a quedar integrado en el caserío, que ha crecido.

Es prismático, de sección cuadrada, decorado con un canal mixtilíneo en cada cara, con aristas curvas como baquetones, asentado sobre una peña a modo de plinto, con basa simple y con cuatro brazos en el arranque de la terminación, que forma glande troncocónico y por un lado conserva el resto de un escudo.



Por sus características puede encuadrarse en el tipo que se denomina de transición gótico-renacentista.

Éste fue concedido a Arroyo de la Luz en 1503 por los Reyes Católicos, posiblemente cuando se libró del señorío de los Herrera y pasó a ser villa realenga.

Casa de Don Antonio



Belvís de Monroy



Ceclavín

El rollo jurisdicional de Ceclavín, de estilo gótico, se conserva en perfecto estado.



Consta de basa, fuste, decorado con bolas entre helicoides, y cuatro brazos en cruz figurando cabezas animales.

Casatejada



Deleitosa

Descargamaría



El Gordo (La Puebla de Enaciados)



Galisteo

Garganta la Olla

Garciaz

Garrovillas

Es el primer rollo que vi en mi infancia. En sus alrededores jugué varias veces sin saber bien qué significaba, pero me gustaba mirarlo; me atraía desde lejos.



Responde al tipo más simple y antiguo de rollo.

Hervás

Jaraicejo

Jaraiz de la Vera

El Rollo o Picota se encontraba antes en la Plaza de Santa Ana, siendo reconstruido con los elementos originales junto a la carretera de Jarandilla, a la entrada del Parque de los Bolos.



Situado sobre cuatro escalones, tiene forma cilíndrica y en la parte alta sobresalen tres brazos que terminan en sendas cabezas de animales o gárgolas; desde este punto hacia arriba adquiere forma cónica, situándose en este cono un pequeño escudo con la figura de un lobo.

Jarandilla de la Vera

La Cumbre

Logrosán

Madroñera

Mesas de Ibor

Mirabel

Moraleja



Navalmoral de la Mata

Pasarón de la Vera



Plasenzuela

Portezuelo

Es el primer rollo que fotografié con la idea de hacer esta serie.



Rosalejo

Santibáñez el Alto

Lo han restaurado pero le han añadido unas hileras de piedrecitas blancas que dan un toque ridículo.



Saucedilla



Tejeda del Tiétar

Está puesto de nuevo en el sitio de donde lo quitaron y le han tenido que reconstruir bastantes piedras.



Torre de don Miguel

Está montado recientemente en las afueras y le han tenido que elaborar de nuevo bastantes piezas.



Tornavacas

Torrecillas de la Tiesa



Trujillo

El rollo gótico de Trujillo es el más grande y el más bello de Extremadura. Tiene el escudo de los Reyes Católicos y se remata con una cruz flordelisada.



Se colocó en la plaza mayor en 1497; de la plaza lo trasladaron en 1548 al paseo del Mercadillo (hoy Paseo de Ruiz de Mendoza) y en 1566 fue llevado a su actual emplazamiento en la confluencia de tres carreteras. En él fue ahorcado Quesada, el hidalgo bandolero, en 1766.

Valdefuentes

Me sorprendió gratamente la hermosura del rollo en un pueblo en el que imaginaba más simplicidad. Su cuidada columna estriada parece de un templo renacentista italiano.



La figura del angelito del remate es reciente. Su forma no coincide con la que hubo anteriormente, de la que, como estaba tan erosionada, no se sabía muy bien qué representaba; recientemente se ha averiguado que representaba un símbolo de la Justicia.

Valverde de la Vera

Viandar de la Vera

Zarza la Mayor



En la provincia de Badajoz se conservan muchos menos rollos que en la provincia de Cáceres. No es una casualidad sino que responde a una razón, que creo entrever. La explicaré.

En 1963 un Decreto de protección de monumentos menores declaró a las picotas monumentos de interés histórico. La Ley de Patrimonio Histórico y Cultural de Extremadura considera declarados Bienes de Interés Cultural los rollos de justicia.

He ordenado los pueblos por el alfabeto. Los que están apuntados sin foto designan a aquellos que tienen rollo y aún me esperan. Ya iré a ellos y ellos vendrán, vía cámara digital, a este blog.

martes, 17 de noviembre de 2009

Ya han pasado cuatro años

Ya han pasado cuatro años.

Me ha despistado en no recoger esta referencia el mismo día de la efemérides y lo hago a toro pasado. Ya no estoy tan pendiente de ella como el primer año o el segundo. A todo se acostumbra uno.

Es la tranquilidad de ver que sabe ir solo.

Este año ha terminado con notable aprovechamiento el máster de tres cursos que había empezado con mezcla de osadía y temor. Se ha mudado de vivienda a Warwick y comparte piso con el hijo de un santanderino taurino que conozco por las ondas.

Demuestra que inspira confianza entre sus compañeros y superiores. Se ve en que lo han mandado a Estados Unidos y a Francia en sendas gestiones de trabajo. A España es el tercer año que lo mandan pero esta vez en dos ocasiones.

Puede empezar a pensar en mejorar status, dentro o fuera.

Por no privarse no se priva de unos días de vacaciones en Croacia, en esa isla que se ha puesto de moda.

martes, 10 de noviembre de 2009

La Cueva del Conejar, en Cáceres

En las afueras de la ciudad de Cáceres, y teniendo como fondo del



paisaje a la Montaña, se extiende el Calerizo. Éste es el nombre local con que se conoce el karst o zona de rocas calizas que han sido tradicionalmente utilizadas para obtener cal mediante el tratamiento en hornos caleros, como el que se conserva al lado de la Estación de Autobuses. En ese zona se encuentra la Cueva del Conejar, junto al Arroyo de Concejo.

Recuerdo que, hace ya bastantes años, conocí en el colegio llamado entonces "XXV Años de Paz" a unos niños que, cuando les conté mi reciente visita a la Cueva de Maltravieso, me contestaron que tenían una cueva a la que iban con frecuencia a jugar. Me la señalaron a una distancia de menos de un kilómetro y me invitaron a ir con ellos un día. No fui entonces pero sí he ido ahora, aprovechando que estoy en Cáceres unos días con motivo de la hospitalización de un familiar.

El nombre del Conejar se debe a una pequeña construcción levantada



por el dueño del tereno y dedicada a la cría de conejos. Estaba rodeada por una pared de tapial, elaborada en su mayor parte con tierra sacada de la propia cueva. Antes se le decía Cueva del Oso y hace cosa de cien años se intentó horadar un pozo en su interior en la creencia de poder obtener agua en abundancia.

Fue estudiada ya desde principios del siglo XX por Del Pan y por Mélida; en la segunda mitad del siglo la estudió Callejo, que personalmente me habló de ella tomando café en su casa.

La boca de la cueva, en cuanto se llega a ella, se ve que



ha sido abierta por las aguas de lluvia que han disuelto la caliza de la superficie. Es, técnicamente hablando, una dolina.

Mirando desde la espalda la boca



de la cueva pasa más desapercibida.

Al pasar de la luz a la oscuridad



nos quedamos, por un momento, sin visión.

Un ailanto, árbol que alcanza alturas de veinte metros,



se ha erigido en guardián de la entrada a la cueva.

Enseguida que nos asomamos aparece el interior en pendiente



aunque presentando algunos rincones que ofrecen acomodo para pasadas habitaciones. Unos grandes escalones nos hablan de las andanzas para el pozo.

En el techo aparecen unos orificios que dejan pasar luz y



decoran naturalmente el interior.

Los agujeros del techo se hacen



visibles desde cualquier punto del interior.

La variedad de componentes metálicos hace que



la humedad provoque óxidos que dan en diversos colores, destacadamente el verde.

En 1981 Sauceda Pizarro realizó una recolección de material de superficie tanto en el interior como en los alrededores y asimismo en los muros de tapial que rodeaban el conejar. Ella fue la que consolidó el nuevo sobrenombre cunicular de la cueva frente al úrsido anterior. Recogió casi dos millares de fragmentos variados, de material cerámico, lítico y óseo. En este último material destacan un punzón y un fragmento con incisión vertical, ambos de huesos



correspondientes al IV milenio aC.

También recogió fragmentos de cuarcitas que pudieron pertenecer a hachas. Por contra, no encontró ningún fragmento metálico.

De las ciento cincuenta piezas más significativas publicó un pequeño estudio, tomando aleatoriamente treinta y una piezas, venticuatro de cerámica, seis de silex y una de pizarra con grafito.

Entre los útiles líticos en sílex están un cuchillo de color blanco, dos fragmentos de cuchillo blanquecino y una lasca de silex de color melado.



del IV milenio aC., así como un cuchillo de silex de color beige,



correspondiente al III milenio aC.

La pizarra con grafito es una de las piezas más destacadas y consiste en una placa con motivo inciso en esquisto pizarroso, decorada por ambas caras,



con una datación, realizada posteriormente, en el Epipaleolítico (X milenio aC.).

Casi toda la cerámica es a mano, con factura tosca y abundante desgrasante. Está cocida mayormente a fuego reductor.

Las superficies son alisadas aunque están predominantemente decoradas, con incisiones bien de punzón bien de boquique.



Por demás, aparecieron dos fragmentos a torno, decorados con técnica de estampillado.

La cueva del Conejar presenta, pues, cerámicas toscas lisas, con decoración incisa y técnica de boquique como la cueva de Boquique, de Plasencia, pero, en cambio, no presenta, como ésta sí, cerámicas con decoración de cordones con impresiones digitales ni tampoco cerámicas finas, bruñidas y pintadas. También está ausente la cerámica de retícula bruñida, lo cual descarta la posibilidad de un enlace cultural del Conejar con los yacimientos del sur peninsular.

Para Almagro Gorbea el boquique es una técnica que arranca en el Campaniforme tardío (siglo XIV aC.) y termina en plena Edad del Hierro pero en Extremadura no ha aparecido junto a motivos excisos ni con cerámicas del Bronce Final avanzado. En la Meseta, por otro lado, esta técnica es anterior a la fase Cogotas I y, por tanto, al Bronce Final.

El Conejar rompe el límite sur que a la técnica del boquique le tenía puesto Almagro en el río Tajo y posiblemente no sea el único punto de dispersión en la submeseta sur.



Sauceda concluye que esta cueva estuvo ocupada desde fines del Neolítico hasta la Edad del Bronce, con posible discontinuidad, por una población enraizada en tradiciones neolíticas y no relacionada con influencias extrapeninsulares.

En el año 2000 empieza una nueva campaña investigadora, esta vez a cargo de un equipo dirigido por Carbonell y Canals, dos de los principales responsables de las excavaciones de Atapuerca. Confirmaron la ausencia de sedimentos bien conservados, por estar todos los estratos entremezclados. Sólo pudieron realizar estudios novedosos en dos puntos en donde aparecían unas brechas con estado apropiado para sacar conclusiones.

En nuestra visita, al fondo se ve el punto en el que han



trabajado los de Atapuerca.

En el corte se aprecian unas capas de



materiales cuarcíferos. Entre ellas se detectaron restos de industria lítica (silex, cuarzo y cuarcita), de carbones, de semillas y de fauna. La datación les da una antigüedad de ocho mil años, situándolo en el Epipaleolítico. Esas semillas pueden indicar una actividad agraria propia del comienzo del Neolítico pero en un momento anterior a la aparición de la cerámica.

En la cota más baja la oscuridad es total pero no hay



agujero, aunque puede que hubiera un sumidero y se haya tapado por los aluviones. Tal vez proteja unos interiores con más recuerdos del pasado, que esperan el día en que la tecnología humana esté preparada para interpretarlos adecuadamente.

Terminada la visita, salimos afuera y reparamos en que el avance de la urbanización es imparable y amenaza



con absorber este yacimiento prehistórico, antes de que llegue ese día. Por ahora la arqueología está parada.

De momento sólo una valla de alambrada aparece como elemento protector,



que se nos antoja endeble y habrá que sustituirlo por algo más firme.

La cueva quedará rodeada totalmente por las viviendas de la urbanización y



ocupando el centro de un parque. Será algo insólito, desde luego, entre otras cosas porque no hay caso similar, en que un yacimiento prehistórico se sitúe en una ciudad.

Es interesante, pero ¿podrá sobrevivir entre el cemento, el asfalto, los niños jugando a la pelota en el parque y los vándalos aburriéndose en un botellón?











.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Efemérides taurinas jerezanas: Álvaro Domecq cierra su mejor temporada

1.- En 1.970, Álvaro Domecq Romero cierra en su ciudad una temporada de ciento once corridas, actuando como único rejoneador para dar cuenta de siete astados, cinco de Francisco Galache y dos de Torrestrella, con el balance de siete orejas y dos rabos.