martes, 5 de enero de 2010

Morales y su taller en Arroyo de la Luz

El retablo que Luis de Morales "El Divino" pintó para la la iglesia parroquial de Arroyo de la Luz (Cáceres), documentado entre 1549 y 1563, es el primero de la serie con que el pintor inicia la última etapa de su vida, caracterizada por máxima actividad pictórica y descenso de calidad debido a la presencia de colaboradores.

Morales residió en Arroyo de 1560 a 1565 y cobró 400 ducados por el retablo, más 374 maravedíes por tasar unas andas y 1496 maravedíes por dorar la clave del presbiterio. Alquiló para vivienda dos casas, la de Diego Sánchez, por 1600 maravedíes, y la de Gonzalo de la Plata, por 1275 maravedíes.

En Arroyo también pintó, en 1565, cuatro tablas para el retablo de la iglesia de San Martín de Plasencia.

En el retablo arroyano tuvo como colaboradores al menos a cuatro pintores: Antonio de Alfián y Andrés Marín, procedentes de Sevilla y discípulos de Pedro de Campaña, y Diego Holguín y un tal Tirado, ambos de Cáceres.

Antonio de Alfián más tarde contrató la pintura del retablo de Santa María en Cáceres pero no llegó a realizarla. Andrés Marín se asocia con Antonio Rodríguez en el dorado y pintura de la Capilla de los Cálices en la catedral de Sevilla. Diego Holguín pintó el retablo del Santuario del Salor y el de las Herguijuelas de Arriba. De Tirado nada podemos decir por falta de datos.

Participaron también otros personajes, en calidad de aprendices: sus dos hijos, un criado y otros empleados, como Martín Muñoz, Esteban López y Alonso González (más tarde autor del retablo de Talavera la Real).

Quizá deban sumarse al taller de Morales en Arroyo de la Luz los nombres de Diego Solano, Francisco Flores y algunos otros.



Que Morales en su última etapa se ayudaba de colaboradores está perfectamente documentado y es curiosa la cláusula del contrato del retablo de Higuera la Real, en 1565, que especifica “…y que esta obra ha de ser de su propia mano los rostros y manos de las dichas figuras”.

Para finalizar, podemos dividir el retablo de Arroyo, siguiendo a Torres Pérez, en dos grupos de pintura, las autógrafas y las del taller. Del propio Morales son: Isaías, Jeremías, Ezequiel, Daniel, Anunciación, Adoración de los Pastores, Presentación, Descenso al Limbo, Ecce Homo, Cristo atado a la Columna, San Juan y San Jerónimo. Del taller son: Oración en el Huerto, Santo Entierro, Epifanía, Ascensión, Caída camino del Calvario, Descendimiento, Resurrección y Pentecostés.

En la víspera del día de Reyes, volviendo de Cáceres, decido entrar en la vecina localidad de Arroyo de la Luz, con la idea de fotografiar el retablo e ilustrar este post, aprovechando que es hora apropiada para que la iglesia esté abierta, pues otras veces he pasado con la misma intención y por ser mala hora la he encontrado cerrada. Me encamino andando hacia la plaza y conforme aumenta la música de unos altavoces me adentro entre un gentío que espera la cabalgata que está a punto de comenzar.

La iglesia está abierta y hay misa, con gran asistencia para un diario. Busco el sitio apropiado, porque la luminosidad no es mucha y tampoco quiero molestar a las personas (que me miran), y no lo encuentro. Finalmente decido hacer la foto desde la misma puerta del fondo, confiando en la potencia de mi nueva cámara con óptica leica.

Hacía mucho tiempo que tenía ganas de contemplar con tranquilidad y en directo este retablo. Lo miraré en casa. Otro día volveré
.







.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buen artículo, como todos los tuyo, amigo Marciano. No sé si habrás escrito ya el que corresponda al San Pedro de mi pueblo. Saludos. MJ