Con motivo de la visita al Pabellón de Doña Blanca, que he referido en el post anterior, MS, que me acompañó (o, mejor, le acompañé), me cuenta que acaba de publicar algo sobre el poco conocido enterramiento de tal personaje histórico. Entonces, le aporto un dato curioso.
La reina doña Blanca de Borbón, esposa de Pedro I el Cruel, fue enterrada en la iglesia de San Francisco, de Jerez de la Frontera. Ella misma había pedido en vida ser enterrada en tal lugar; tal deseo debió surgirle cuando estaba prisionera en el Alcázar pues desde su pabellón veía casi inmediato el convento extramuros de San Francisco y hacia él dirigía sus oraciones diarias.
Isabel la Católica, cuando visitó esta ciudad, pidió ver el cuerpo de la reina desdichada para comprobar que eran verdaderos los restos guardados bajo el altar mayor. De la comprobación se levantó acta firmada por escribanos y caballeros veinticuatros.
Hace unos años leí un artículo donde se reproducía tal acta de la inspección que Isabel la Católica hizo a la tumba de doña Blanca. En esta ocasión, he buscado por todos lados y no lo he encontrado; ni siquiera recuerdo dónde lo leí.
Me pasa con frecuencia; se lo cuento a la gente y se lo toma a broma, cuando me dicen: "¿dónde has leído tal cosa?" y digo "no me acuerdo, pero lo que te he contado es verdad". Es que a estas alturas he leído tanto que no puedo recordar todo lo que he leído y además en dónde, sobre todo yo, que hago como Cervantes de pequeño, que aprendió a leer leyendo los papeles que veía tirados por la calle.
Si algún día vuelve a caer en mis manos lo referiré aquí.
Bien, a lo que iba; la tumba estaba un tanto deteriorada y la reina Isabel la Católica mandó poner la lápida que se conserva hasta la actualidad, con la siguiente inscripción latina:
CHRISTO. OPTIMO. MAXIMO. SACRUM./ DIVA BLANCA HISPANIARUM REGINA/ PATRE BORBONIO EX INCLITA FRAN/ CORUM REGUM PROSAPIA, MORIBVS ET COR/ PORE VENVSTISSIMA FUIT. SED PRAEVA/ LENTE PELLICE OCCVBIT, IVSSV/ PETRI MARITI CRVDELIS ANNO/ SALVTIS M.CCC.LXI, AETATIS VERO SVAE XXV.
Se puede traducir así:
"Consagrado a Cristo, Óptimo, Máximo. La divina Blanca reina de las Españas, procedente del ínclito linaje de los reyes francos por línea de padre Borbón, fue hermosísima de costumbres y de cuerpo. Pero, prevaleciendo la concubina, yace por mandato de Pedro, marido cruel, en el año 1361 de la Salvación, en verdad a su edad de 25 años".
En el siglo XX, con motivo de unas obras de restauración en la iglesia, la lápida (posiblemente con los restos) fue trasladada a la sacristía, en uno de cuyos muros se conserva. Allí la fotografié hace ya dos años.
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2 comentarios:
Qué suerte que hayas podido entrar en el Pabellón de Doña Blanca y subir a la Torre Octógona. La vista desde la Torre es preciosa. Te imagino emocionado, soñando que compartías las aventuras de los soldados que defendían el alcázar de Jerez en la Edad Media.
Me habría gustado estar ahí contigo. Otro día será.
¡Un beso!
Muy buen trabajo. Así por lo menos guardamos algo de la enorme historia de este gran país.
Govert Westerveld
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