sábado, 18 de enero de 2020

Presentación de cartas credenciales

Una carta credencial es una carta formal enviada por un Jefe de Estado a otro Jefe de Estado. Otorga acreditación diplomática para ser embajador de su país en la capital del país cuyo Jefe de Estado la recibe. En Oriente Medio, se han encontrado cartas diplomáticas escritas en tablillas de arcilla ya en torno a los siglos XV y XIV aC., dirigidas al faraón egipcio por parte de los príncipes sirios y filisteos con la finalidad de establecer intercambio de saludos y vínculos de amistad. Se atribuye al duque de Milán Francisco Sforza, el haber instituido, en el siglo XV, la primera embajada permanente, ante el señor de Florencia Cosme de Medicis. En Francia, el rey Enrique II establece, en el siglo XVI, el Reglamento sobre la recepción de embajadores, protocolo borgoñón que se implantaría en España.

En España la ceremonia actual de presentación de cartas credenciales se remonta al siglo XVIII, con Felipe V, incluyendo modificaciones del siglo XIX, con Alfonso XII, y del siglo XX, con la Convención de Viena. Cuando llega un nuevo embajador, lo primero que hace es visitar al Introductor de Embajadores en el Palacio de Santa Cruz, sede del Ministerio de Asuntos Exteriores. Esta vista no es de cortesía sino de trabajo y tiene una función muy específica, cual es entregar las Copias de Estilo al ministro, para que éste pueda corroborar que está todo en regla. Las Copias de Estilo son una copia de las Cartas Credenciales. En esa reunión, además, se fija la fecha para la ceremonia solemne de entrega de las Cartas Credenciales al Jefe de Estado y se facilita toda la información sobre la audiencia y su correspondiente protocolo (que incluye obligación de vestir frac, uniforme de gala o traje nacional).



El día fijado, el nuevo embajador en Madrid va desde su embajada hasta el Palacio de Santa Cruz en coche enviado por el Ministerio y acompañado por un Alto Funcionario Diplomático español. Luego, en una vistosa carroza de Patrimonio Nacional, escoltada por la Guardia Real, llega al Palacio Real, en cuyo Patio de la Armería le espera el Jefe de Protocolo. La entrega de las cartas credenciales se desarrolla en la Cámara Oficial, donde el nuevo embajador se encuentra con el Rey, que estará en el fondo de la sala, normalmente acompañado por el ministro de Asuntos Exteriores.



El Embajador abandona la Cámara Oficial por la puerta de la saleta denominada El Tranvía de la Cámara. En esta estancia, el Jefe de Protocolo despide al embajador, el cual, con su séquito y el Alto Funcionario Diplomático, se dirige hacia la Puerta del Príncipe. Allí esperan el vehículo oficial y el resto de coches que trasladarán al embajador y a sus acompañantes a la embajada, precedidos de motoristas. Mientras salen una Sección de la Guardia Real interpreta el Himno Nacional de España.

El Rey recibe las cartas de cada embajador de forma individual pero se agrupa a varios diplomáticos en una misma mañana para que acudan a presentarse al Jefe de Estado. Las presentaciones suelen ser el primer jueves de cada mes. Ciertamente, la ceremonia de presentación de cartas credenciales reviste en España mayor solemnidad (y belleza) que en otros países,incluyendo los mismísimos Estados Unidos.



El momento en que el Jefe del Estado acepta la carta credencial es el inicio oficial del estatus diplomático que toma el embajador propuesto, lo que incluye la posesión de la inmunidad diplomática.








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