(1) Bien avanzada la segunda mitad del siglo XVIII, el rico hacendado sevillano Vicente José Vázquez comenzó a formar esta ganadería con reses del marqués de Casa Ulloa y del señor Becker, vecinos de Utrera, y otras pertenecientes a José Rafael Cabrera. No contento el señor Vázquez, a pesar de los inmejorables elementos que logró reunir, y suponiendo que aunque los toros que él criase poseyeran el tamaño y corpulencia de los de Cabrera, la fuerza y peligrosas intenciones de los becker y el nervio de los ulloa, les faltaría la condición y nobleza que caracterizan a los de Vistahermosa, que también pastaban en término de Utrera, propúsose adquirir reses de este señor, lo que logró tras grandes esfuerzos, por negarse al principio el de Vistahermosa a vendérselas. De la mezcla de sangre de sus reses con las del conde obtuvo como resultado un tipo de toro poderoso , bravo y noble, y diferente en su estructura y pinta a cuantos por aquélla época existían, que dio origen a la que se denominó “casta vazqueña”, muy solicitada, y que hoy día, especialmente en la ganadería de que hablamos, subsiste en toda su integridad. Al morir Vázquez, adquirió gran parte de sus reses don Fernando Criado Freire para el rey Fernando VII, que las instaló en la misma finca de Aranjuez donde antes pastó la vacada de Felipe IV; en 1.831 se nombró director de la Real Vacada al ganadero Manuel Gaviria, que ordenó se echaran a las vacas, además de los toros vazqueños, seis de su ganadería y cuatro de la de Julio Fuentes, de Moralzarzal. A los dos años de la muerte de Fernando VII la reina determinó enajenar la ganadería, adquiriéndola los duques de Osuna y de Veragua. Los nuevos propietarios extirparon todas las hembras de procedencia no vazqueña y a ninguno de los muchos hijos de éstas se les destinó a la reproducción, acabando así con la parte impura de la vacada. En 1.849 quedó como único dueño el duque de Veragua, de quien la heredó en 1.866 su hijo Cristóbal Colón Aguilera, del que la adquirió por compra en 1.927 Manuel Martín Alonso, de Alameda de la Sagra (Toledo), que la vendió en 1.930 al señor Domecq, el cual la trasladó a Jerez de la Frontera y añadió a la ganadería veragüeña dos lotes de eralas y cuatro sementales (Llorón, Bodeguero, Chucero y Carabello) del Conde de la Corte. La antigüedad en la plaza de Madrid es de 2 de agosto de 1.790.
(2) Por división de la ganadería de Juan Pedro Domecq Villavicencio, antes Veragua, uno de los lotes correspondió a Pedro Domecq Díez, que en 1946 se lo vendió a Luis de la Calle, y éste, en 1948, a Antonio Jiménez Jiménez, de quién en 1952 lo adquirió José Luis Osborne Vázquez, que varió el hierro (conservando la divisa, verde y blanca). Durante los años que estuvo en poder de Pedro Domecq Díez fue cruzada con reses de Mora Figueroa y Conde de la Corte. Se recuerdan los ejemplares “Regatillo”, indultado en Jerez el 1.964, y el ensabanado “Atrevido”, lidiado por Antoñete en 1966. Hoy la regenta Emilio González San Román Osborne, en las fincas sevillanas de “Puerto Acebuche” (Castillo de las Guardas) y “Escardiel” (Castilblanco de los Arroyos). Una derivación es la ganadería de Rosario Osborne Domecq.
(3) Por dividirse la ganadería de Flores Albarrán un lote correspondió a Francisca Flores, que en 1.957 lo vendió a los hermanos Osborne Domecq, que variaron el hierro y eliminaron lo anterior formando ganadería con vacas y sementales de José Luis Osborne Vázquez. En 1.982 la vendieron a Joaquín Núñez del Cuvillo, quien varió el hierro anterior y agregó varias puntas de vacas y sementales de Juan Pedro, Marqués de Domecq, Sayalero y Bandrés y Torrealta, por lo que en la actualidad está formada por cinco ramas procedentes, todas ellas, del Marqués de Tamarón, a partir de las cuales en estos veinte años ha formado su propio encaste en “El Grullo”.
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