España cerró 2023 con el tercer mejor dato de la serie histórica en creación de empleo, según la Encuesta de Población Activa. La ocupación aumentó en 783.000 personas, un dato sólo superado en 2005 (el año de la gran regularización de inmigrantes sin papeles) y en 2021, tras el final de los confinamientos del covid.
La tasa de paro se redujo en algo más de un punto a lo largo del año, bajando hasta el 11,8% de la población activa, el dato más bajo desde 2007, en pleno pico de la burbuja. El número de ocupados cerró el año por encima de los 21,2 millones de personas, el dato más alto en un cuarto trimestre de toda la serie histórica. Si se desestacionalizan los datos son ya 13 trimestres consecutivos de creación de empleo desde el final del gran confinamiento.
El sector privado fue responsable de algo más del 91% del empleo creado en el año, frente a menos del 9% del sector público, que va reduciendo su ritmo de contrataciones tras el gran refuerzo realizado durante la pandemia.
En cuanto al tipo de contrato de los nuevos ocupados, el 92% del empleo indefinido creado por el sector privado en 2023 fue ordinario, mientras que el 8% restante fueron fijos discontinuos. Por el contrario, el número de trabajadores temporales se redujo en casi 139.000 personas, reduciendo la tasa de temporalidad hasta el 13% por primera vez desde que existen registros modernos.
La mayor parte del empleo creado fue a tiempo completo. En concreto, se incorporaron algo más de 695.000 ocupados a jornada completa, un crecimiento del 3,9% anual, y otros 88.000 a jornada parcial, un aumento del 3,1%. La tasa de parcialidad acabó el año en el 13,5%, el dato más bajo en un cuarto trimestre desde el año 2016.
La creación de empleo está respaldada por un aumento de la actividad. Se trabajaron algo más de 651 millones de horas semanales a lo largo del trimestre, un 3,3% más que en el mismo trimestre del año anterior. De esta forma, se aceleró en casi un punto el ritmo de crecimiento interanual de las horas trabajadas.
Tres sectores tiraron especialmente del empleo a lo largo del año. El primero es el de servicios profesionales, científicos y técnicos, cuya ocupación aumentó en 165.000 personas. El segundo es el de actividades sanitarias y de servicios sociales, que no deja de crecer por el envejecimiento poblacional. Incorporó a 139.000 trabajadores. Y el tercero es el de la construcción, que se reanimó en 2023 y dio trabajo a 108.000 personas. La hostelería y el comercio también aumentaron su ocupación, en 81.000 y 75.000 personas respectivamente, pero su ritmo se ha ido moderando a medida que el turismo ha vuelto a la normalidad previa a la pandemia.
Pero no todos los sectores están creando empleo. Los servicios de las Administraciones Públicas, Seguridad Social y Defensa perdieron a 20.000 trabajadores a lo largo del año; la logística despidió a algo más de 3.000 ocupados y las empresas de gestión del agua, a 4.800 trabajadores.
El número de desempleados se redujo en 193.400 personas a lo largo del año, esto es, una cifra muy inferior al ritmo de creación de empleo. El motivo es que la población activa sigue creciendo con fuerza, principalmente por la inmigración. El número de activos aumentó en 590.000 personas, lo que permitió engrasar la creación de empleo, pero dificulta la caída del número de desempleados. La tasa de desempleo se redujo en algo más de un punto a lo largo del año, pasando del 12,9% a finales de 2022 al 11,8% del cierre de 2023.