¿Qué era la Fiera Corrupia?
Pío Baroja le dedicó un romance en sus "Canciones del Suburbio":
En Villabruta del Monte,
en una caverna oscura
que se abre en una oquedad
del Pico de Peña Cruda,
se ha presentado un engendro,
un fantasma, una furia
que los más listos del pueblo
llaman la "Fiera Corrupia".
Es un animal monstruoso,
como un gato lleno de uñas,
con cabeza de serpiente
y ojos grandes de lechuza;
parte cubierta de pelo
y otra cubierta de plumas;
de un aspecto tan terrible,
que al mismo demonio asusta.
Tan pronto llora en silencio
como se ríe o rebuzna
y desgarra a quien se acerca,
mientras quejándose aúlla.
Tiene en la frente diez cuernos,
cara terrible y adusta,
y unas velas encendidas
entre la frente y la nuca,
que dan a su negra cara
una expresión tremebunda.
Al parecer, a los chicos
les engaña y les adula,
y si los pesca en sus garras
los sujeta y los manduca.
Se ha comido ya seis niños
esta fiera disoluta,
y, según dicen algunos,
hasta los huesos los chupa.
Al parecer, ahora piensa
y cínicamente anuncia
engullirse algunos más
como quien se traga chufas.
No sabemos en la aldea
cómo comenzar la lucha
contra esta bestia rabiosa
que al vecindario importuna,
pues si es sobrenatural
como varios aseguran,
entre ellos Pepito "el Sacris"
y la sobrina del cura,
ni los tiros ni los palos
tendrán eficacia alguna.
Nuestro dignísimo alcalde
ha congregado una junta
para hacer una campaña
contra esta fantasma impura;
pero hay que reconocer,
y a nadie se nos oculta,
que la situación actual
empieza a verse confusa,
pues hay hombres que pretenden
y sostienen y murmuran,
por echárselas de sabios
y de gente de cultura,
que en Villabruta del Monte
no existe tal Peña Cruda
ni hay en ella, por lo tanto,
ni cavernas, ni hendiduras,
ni fieras que coman niños,
ni monstruos de pelo o pluma,
y que todo ello no pasa
de ser una broma estúpida,
una ilusión de zoquetes,
una necedad absurda,
una idea de cazurros
y una estólida impostura.
Yo apelo al gobernador
y reclamo la su ayuda
para que nos dé instrucciones
sobre tal fiera gatuna,
puesto que resulta cierto,
y ello está fuera de duda,
que el bicho, exista o no exista,
nos está haciendo la cusca.
El sevillano
Fernando Villalón dedicó también una interesante composición al personaje, incluida en su obra "Romances del 800":
La fiera corrupia es verde con rayas,
en ascuas los ojos, la cola enroscada.
Corre, corre, corre, corre, que te alcanza.
Pablito la ha visto pelando la pava
y le dijo: ¡MAAU! con voz desusada.
Corre, corre, corre, corre, que te alcanza.
Es verde, muy verde, con algunas rayas,
y en las piedras lisas sus uñas clavaba.
Corre, corre, corre,corre, que te alcanza.
Sentada en un canto de piedra labrada,
se afila los dientes con una navaja.
Corre, corre, corre, corre, que te alcanza.
.